lunes, 30 de marzo de 2009

¡A politizar el agua!

¿Qué es politizar el tema del agua?
Según su origen etimológico, política viene del vocablo griego politikós, que tiene relación con lo ciudadano, lo civil, es relativo al ordenamiento de la ciudad (www.wikipedia.org). Por ello, politizar significaría involucrar a la ciudadanía en algún tema específico, hacerlo de interés público.

Nuestra intención es poner en ese interés público el tema del agua. Involucrar a la ciudadanía en los problemas ambientales. Vaya, se trata de politizar el asunto, pues sólo de esa forma le exigiremos a los gobiernos y éstos deberán actuar en consecuencia. Porque la inacción ciudadana y el no politizar los problemas ambientales han tenido graves consecuencias.

En Huauchinango, gobierno y sociedad hemos ignorado el tema forestal, y en consecuencia hemos perdido más de 6,700 hectáreas de bosques y de selvas en 20 años, con talas ilegales y pseudolegales, clandestinas o con permiso. La inacción de la ciudadanía permitió, por ejemplo, que hayamos perdido 265 mil metros cúbicos de capacidad de almacenamiento de agua en los vasos del Sistema Hidroeléctrico de Necaxa.

No politizar el asunto de las aguas residuales permitió que ahora tengamos 18 sitios del complejo hidroeléctrico con más de 1000 organismos fecales por cada 100 ml de agua, en pocas palabras: más excremento que agua. Esto según datos que presenta Eugenio Barrios Ordoñez en su estudio para el Programa de Manejo del Sistema Hidrologico de Necaxa, publicado en 2002… hace siete años.

Es necesario involucrar a la gente en el problema ambiental con acciones firmes que vayan desde “apaguemos la luz una hora” hasta la exigencia de que las autoridades rindan cuentas no sólo de lo que han hecho, sino de lo que pretenden hacer. Y en esto no sólo están en juego nuestros impuestos, sino nuestra capacidad para vivir en el futuro.

En este sentido el Proyecto Totolapa se parece a la campaña “deposita la basura en su lugar”. Resuelve un problema inmediato, superficial, pero no soluciona lo que hay en el fondo. La ciudad podrá verse limpia mientras el campo donde están los tiraderos está cada vez más contaminado y con él los mantos de agua del subsuelo. Con ese proyecto Huauchinango podrá tener agua para unos cuantos años, pero de no realizarse acciones serias y sostenidas para reforestar y para tratar las aguas residuales, cada vez habrá menos agua y la que usemos estará más contaminada.
Debemos exigir a las autoridades. Una parte importante de la responsabilidad la llevan ellos, la otra parte la tenemos como sociedad civil. Exijamos que lleven a cabo acciones racionales y concretas en favor del medio ambiente, más aun dentro de un Área Natural Protegida como es Huauchinango (según decreto de fecha 20 de octubre de 1938 y acuerdo del 9 de septiembre de 2002 ) ¿O debemos esperar a que lo vean como un buen negocio un constructor, un gobernante o administrador público encumbrado para que se lleven a cabo las obras? ¿O será hasta que la contaminación llegue a tal grado que no tengamos manantiales limpios para extraer el agua potable? ¿O tendremos que dedicarnos a buscar nuevas fuentes porque las que había ya se agotaron?

Es necesario que politicemos el asunto. Es necesario también que exijamos y discutamos los problemas ambientales, y en particular el caso del agua. Exijamos que antes de efectuar acciones en asuntos ambientales, se den a conocer –como lo marca la ley-. Hagamos que las autoridades no presenten sólo proyectos que aparenten soluciones, sino que ofrezcan soluciones de largo plazo.

¡Vamos por la reforestación! ¡Vamos por el tratamiento de aguas residuales en Huauchinango! ¡Exijamos Texcapa limpio!

¿Estas de acuerdo con nosotros?¿Quieres apoyarnos? Estamos colectando firmas electrónicas; manda un mail a eco.huauchinango@gmail.com y sumate a nosotros.
En cuanto reunamos las suficientes, las presentaremos ante al Ayto de Huauchinango, para exigir directamente acciones.

Víctor Florencio Ramírez Cabrera

martes, 17 de marzo de 2009

¿Qué hacer con el agua?

Hay un fenómeno que se repite en el mundo: Tanto entre países como entre regiones: quien suele tener riqueza en recursos naturales no traduce estas ventajas en desarrollo económico.
Veamos el caso de tres países: Alemania, Brasil y México. Alemania es un país pobre en biodiversidad. En cambio, Brasil y México están dentro de los 13 países en los que está el 80% de la diversidad de animales y plantas del planeta. Sin embargo, el desarrollo de Alemania es mucho mayor que el de Brasil o México.

En el ámbito nacional este fenómeno se repite: Nuevo León tiene mayor desarrollo económico y social que Tabasco. Pero ocurre que éste es un estado con mucho más recursos naturales que el estado del norte.

Una causa de esta desproporción suele ser que las sociedades con abundancia de recursos no requieren de esfuerzos para conseguirlos, entonces los administran mal y derrochan. Además, estas sociedades no generan actividades productivas, como empresas de investigación, conservación y explotación de recursos naturales (menos aún sustentable), no producen infraestructura de este tipo ni invierten en capital humano.

En Huauchinango estamos dentro de una microregión megadiversa: los recursos forestales habían sido abundantes y parece que tenemos mucha agua. Y con esto se repite la historia, pues no tenemos un desarrollo económico proporcional a estos recursos. Y los pocos que nos quedan están mal administrados y los derrochamos. No hay una política de conservación y explotación sustentable de esos recursos. No conservamos ni preservamos el ambiente.

Desde hace algunos años hay factores que disminuyen la disponibilidad de agua en la región. Hay más población en la zona. La deforestación ha disminuido la cantidad de agua disponible. Las concentraciones de agua están cada vez más contaminadas y resultan, por tanto, cada vez menos útiles para las actividades humanas.

Todo ello porque hemos deforestado. La pérdida de árboles causa que la humedad no se mantenga en lo que antes eran zonas boscosas. Con ello se deja de alimentar los mantos acuíferos. No se ha invertido en tratamiento de aguas residuales que generamos.
Aunque los responsables somos todos, podemos preguntarnos qué han hecho las administraciones municipales de Huauchinango.

Hasta ahora, los organismos encargados de suministrar el servicio de agua potable se han limitado a ampliar la cobertura de tubería y drenaje, a cobrar por ese servicio, o de plano cortar el servicio a quien incumple con los pagos. Sin embargo, ninguno de esos actos dará más agua al municipio ni evitará que sigamos contaminando los ríos con nuestras descargas residuales.

En el reciente informe de gobierno, el presidente municipal solicitó el apoyo al gobernador para un proyecto de atracción de más líquido. El plan se denomina “Totolapa”. Ante la declinación de los niveles de agua en los manantiales que abastecen a la ciudad la “solución” es abrir un nuevo conducto de extracción de agua, pero no se genera más agua.

¿Entonces? ¿Y el problema de fondo? Si no se combate la tala irracional –sea legal o ilegal- en esta región y de forma eficiente, cada uno de los manantiales, pozos o ríos que abastecen de agua al municipio sufrirán desecación. Aunque se explotaran todos los manantiales del municipio, el problema no se estaría resolviendo sino postergando. La disminución de los niveles de agua y la falta de disponibilidad serán constantes en la región.

Para atender este problema que es urbano y ambiental, y atenderlo de fondo, se debe promover la reforestación de los alrededores de la ciudad. Una alternativa está en Pro-árbol. Es un programa que no sólo contemplan sembrar árboles, sino que da recursos a quienes los siembran y cuidan. Además, debe usarse el decreto de Área Natural Protegida que contempla la veda forestal para defender los bosques de la región y mantener así los servicios ambientales que nos brindan. Podríamos incluso imaginar la intervención de fuerzas federales para este cuidado.
En cuanto a que los residuos de agua de la ciudad son vertidos al cauce de los ríos, sin tratamiento previo, ¿cuál es la consecuencia?

Según un informe de la Comisión Nacional para el conocimiento y uso de la Biodiversidad (CONABIO) sobre el problema de la cuenca del rio Tecolutla (de la cual el río Necaxa y Huauchinango forman la parte alta), el río en su cuenca media y baja está altamente contaminado con coliformes. El problema tiene su origen en la falta de tratamiento de las aguas residuales de Huachinango.

Bajo el esquema “el que contamina paga”, las autoridades federales cobran multas a los ayuntamientos por descargar sin tratamiento aguas residuales a los ríos. Aunque no se emitan boletines para darlo a conocer a la ciudadanía, las multas seguramente son pagadas por el municipio. Sin embargo el problema persiste y hasta ahora no sabemos que se busque solucionarlo de fondo.

Actualmente, CONAGUA y SEMARNAT han diseñado convenios mediante los cuales se deja de pagar las multas. A cambio, el monto de la multa se invierte y comprueba en infraestructura para el tratamiento de aguas. Ésta es una manera de resolver el problema de fondo y de invertir bien el dinero del municipio.

Huauchinango se encuentra dentro de un área natural protegida. Esto significa una responsabilidad mayor para las administraciones municipales, a diferencia de los municipios que no comparten esa característica. Deben ser ejemplo de desarrollo sustentable, con acciones que generen desarrollo, respetando y conservando los recursos naturales que nos rodean.
Los problemas ecológicos no son sólo problemas de imagen, no se trata de poner la basura en su lugar o de acciones similares. Los problemas ecológicos día a día agotan la capacidad del planeta de alimentar y permitir la vida de nuestra especie. Por ello, proteger el ambiente es defender nuestra propia vida.

Esperemos que las autoridades actúen en consecuencia y den soluciones a los problemas ecológicos. Que piensen en soluciones de largo alcance y no en paliativos inmediatos, como sólo buscar de donde obtener más agua. Las opciones para esto son viables y están disponibles, ¿se tomarán en cuenta?

¿Quienes somos?

Bienvenidos todos:

Este espacio ha sido creado que los Huauchinanguenses y no Huauchinanguenses que queremos disfrutar, respetar y aprovechar los recursos naturales de nuestra región: Huauchinango y sus alrededores.

Nuestra región está dentro de un Área Natural Protegida. Como te habrás dado cuenta, somos fuente de recursos hidráulicos, forestales, de biodiversidad vegetal y animal y con un valor paisajistico importante. Día a dia la tala ilegal, la contaminación del agua, la extracción de especies protegidas y la agricultura inadecuada están acabando con la belleza del entorno.
Este espacio es para que nos expresemos, propongamos acciones ya sea de la sociedad o de gobierno, para la conservación y aprovechamiento sustentable de nuestros recursos, así como promover propuestas de remediación de los problemas que atentan contra el ambiente en y la riqueza de nuestro Huauchinango.

Te invitamos pues, a participar con nosotros, opina, comparte e invita a participar a más gente, para recuperar el verdor y almismo tiempo generar desarrollo en Huauchinango

Víctor Florencio Ramírez Cabrera